Breve estudio de la belleza femenina y masculina

El concepto de belleza resulta muy variable entre las diversas culturas del mundo. Aquellas características que para nosotros resultan bellas pueden ser aborrecibles en otras partes del mundo. La belleza es un sentimiento influido muy profundamente por la cultura en que se desarrolla. No sólo se mira con los ojos, también se mira con la mente y como vemos los condicionantes culturales nos pueden ensombrecer la vista.

BREVE ESTUDIO DE LA BELLEZA FEMENINA
Consideremos la forma general de cuerpo. Desde el punto de vista de una de las principales funciones de la mujer, la reproductora, sería deseable poseer unas caderas anchas para permitir un parto fácil, lo que sucede en la mayoría de las sociedades conocidas. En su ya clásico estudio comparado, Ford y Beach hallaron muy pocas culturas donde se prefiriera a las mujeres delgadas. Entre ellas, cabría destacar a los Doubán de África (que consideran a la gordura en ambos sexos como repulsiva) y los habitantes de Tonga -Pacífico Sur- (entre los cuales, las mujeres se ponen a régimen para evitar los vientres abultados).

Sin embargo, incluso entre estas sociedades se acepta el dictado favorable a la pelvis y caderas anchas. Ford y Beach encontraron un único grupo al que desagradaba dicho tipo de mujer: los Yakut del norte de Siberia, al que podría añadirse la sociedad occidental y la japonesa. Se ha llegado a afirmar que esta tendencia podría tener importantes repercusiones biológicas, ya que el tipo ideal de mujer que es precisamente el elegido para la reproducción, presentaría problemas a la hora del parto.
 Las Tres Gracias, PP Rubens.

En muchas sociedades, la gordura absoluta es el ideal de belleza femenina. En algunas sociedades, los pechos no se consideran especialmente eróticos, aunque existen cánones de belleza muy estrictos sobre la materia. Por regla general, el busto caído suele asociarse a las mujeres de más edad y, por tanto no resulta seductor. Sin embargo, existen dos grupos que Idealizan esta característica: los Zande y los Ganda (en África). Los habitantes de las Marquesas se sienten atraídos por los senos grandes.

En ciertos grupos sociales existen criterios estéticos sobre los órganos genitales, lo que echa por tierra el aserto de Freud de que dichos órganos no son en modo alguno hermosos. Los mangaianos varones de la Polinesia sienten cierta preocupación por el tamaño, forma y consistencia del monte de venus y por el grado de aspereza y despunte del clítoris. Los isleños de las Marquesas, también en el Pacífico, sienten predilección por los pubis lisos. Los Dahomey en África, los habitantes de las Marquesas, los de Ponape, los Tonga, los isleños de las Truk y los Venda, son partidarios del alargamiento de los labios menores. En todos estos grupos se efectúan intentos de alargarlos, normalmente tirando de ellos. Los habitantes de la Isla de Pascua, se decantan por los clítoris de gran tamaño. Los Sirionó de la Amazonia se inclinan por las vulvas gruesas. Esta obsesión estética encuentra su contrapartida en la costumbre de suprimir los labios menores como condición previa al matrimonio.

BREVE ESTUDIO DE LA BELLEZA MASCULINA
El David de Miguel Ángel representa el canon de belleza masculina que desde la antigüedad clásica ha sido fomentado en occidente. El flujo continuado de visitantes corrobora que seguimos sometidos a dicho canon.

La importancia de la apariencia física como integrante principal del atractivo masculino puede ser puesta en entredicho porque parece probable que, en último término, sean las características no físicas, tales como el estatus social, la riqueza o algún otro rasgo de la personalidad, esto es, el valor o la seriedad, las que resultan más relevantes para la mujer a la hora de elegir pareja.

Una encuesta realizada entre las mujeres inglesas reveló que preferían a los hombres con una leve barriga que a los dotados de un cuerpo atlético (presumiblemente el ideal estético). La razón de esto pudiera encontrarse en que la primera parece indicar un cierto estatus social, el de aquel que puede permitirse comer alimentos lujosos y que no ha de realizar trabajos físicos. Esto parece una garantía para que los hijos tengan todas las oportunidades que se desean. Así, las mujeres de toda la India codician al varón que es capaz de cazar más búfalos en los funerales (un acto ritual de gran prestigio).


El Doriforo. Es la obra más famosa esculpida por Policleto, pues en ella el artista griego concretó el canon de belleza, de 7 cabezas, considerada como el modelo de proporciones del cuerpo humano y la plasmación práctica del sistema de proporciones. La cabeza tiene la medida justa (una séptima parte de la altura total), el vientre y el pecho están muy marcados y presenta una cierta rigidez y algo de exageración antinaturalista en los pectorales e ingles.
 Los amuletos fálicos en la antigüedad servían para favorecer la suerte y la fertilidad.
El pene ha sido sobrevalorado en casi todas las sociedades. En muchas encontramos criterios estéticos para los genitales masculinos. Casi por regla general, un pene de gran tamaño es objeto de considerable admiración. Entre los Sirionó está muy extendida la creencia de que el pene ha de ser cuanto más grande mejor. Los varones Husa alardean en sus canciones de alabanza (una especie de autopropaganda) de ser "rompedores de vaginas", tanto por su vigor sexual como por el tamaño de su órgano.

Resulta por otra parte curioso comprobar que, al contrario de la generalidad de los pueblos, los antiguos griegos al parecer idealizaran el miembro pequeño, identificando el de mayor tamaño con la homosexualidad pasiva.

Todavía es más peculiar la siguiente acotación extraída del manual sexual indio Ananda Ranga (1): "El hombre cuyo Linga (pene) sea muy largo será pobre toda su vida. En cambio, aquel cuyo Linga sea muy grueso será afortunado; aquel cuyo pene sea corto será un rajah". En el Kama Sutra (2) se ofrece otro método de elongación del pene que es a la vez peligroso y doloroso. Se aconseja al hombre que lo frote con las púas de ciertos insectos que viven en los árboles y después de untarlo con aceite durante 10 noches. Más tarde debe repetirse todo el procedimiento hasta que se produzca el alargamiento. Entonces, el hombre debe tumbarse dejando colgar el miembro a través de un agujero practicado en su choza. Se dice que los efectos de este método son eternos.

Ha sido en los últimos años cuando el hombre ha entrado de lleno en el mundo de la publicidad y desde que la mujer se ha convertido en un factor activo en la sociedad occidental empieza a demandar con fuerza la aparición en los "mas media" del "hombre perfecto" físicamente, convirtiéndose, por fin, en "objeto" del deseo, tal como las mujeres han sido, y siguen siendo consideradas por los hombres en general.

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(1) El Ananga Ranga o Kamaledhiplava (Barco en el mar del amor) es un manual sexual hindú, escrito por Kalyana malla en el siglo 15 ó 16. El poeta escribió esta obra en honor a Lad Khan, hijo de Ahmed Khan Lodi, de la dinastía Lodi, que desde 1451 a 1526 gobernó la India. Fue traducido al inglés en el año 1885, editado por Sir Richard Francis Burton. El libro da instrucciones de como un marido puede promover el amor por su esposa a través del placer sexual. La variedad de posiciones sexuales produce armonía, y previene que el matrimonio se canse uno de otro. Además, posee un extenso catálogo de posiciones sexuales para ambos componentes de la pareja, y otros detalles relativos al juego previo y la seducción.
(2) Kama Sutra. Considerado como el trabajo básico sobre el amor en la literatura sánscita, fue escrito por Vatsiaiana. El título completo es Vātsyāyana kāma sūtra ('Los aforismos sobre la sexualidad, de Vatsiaiana’). Cronológicamente se sitúa al autor en el periodo Gupta (que sucedió entre el 240 y el 550 d. C.).